jueves, 11 de diciembre de 2008

Los Saberes de mis Estudiantes


Hoy en día el uso de las tecnologías informáticas se ha extendido a la mayoría de la población; y los jóvenes se encuentran dentro de los principales usuarios de éstas. Los avances tecnológicos tales como el internet, han venido a revolucionar la forma en que nos comunicamos y realizamos nuestras actividades diarias. Lo que en un principio era considerado un privilegio para pocos, hoy es una herramienta con la que contamos casi todos y a la que la mayoría de nuestros estudiantes acceden de forma continua.
Desafortunadamente, con el avance de la tecnología, se han incrementado las malas prácticas con relación a ésta. Podemos ver como nuestros estudiantes utilizan el internet para descargar pornografía, acceder a páginas potencialmente dañinas para su desarrollo; o con el único objetivo de “conocer” amigos no solo de otros lugares del país sino alrededor del mundo. Lo anterior ha traído otros problemas como los relacionados con la trata de personas o el abuso de menores; a los cuales nuestros jóvenes se ven expuestos por no saber darle buen uso a esta herramienta.
Otro desafortunado uso del internet es el que se relaciona con la búsqueda de información. ¿Quiénes de nosotros no hemos tenido la experiencia de descubrir un plagio en los trabajos de investigación que dejamos a nuestros estudiantes? Esto se ha vuelto un problema en las aulas de clase; ya que los alumnos recurren al internet para buscar sus tareas; pero sin realizar un ejercicio de análisis y crítica frente a la información que obtienen; muchos se conforman solo con “copiar y pegar”; lo que se está conociendo como “la generación del copy paste”; yendo esto en detrimento de la formación del estudiante no solo en cuanto a nivel académico sino también en lo que se refiere a su sistema de valores. Plagiar información para ellos es la forma más rápida de hacer sus tareas; sin que esto les genere ningún tipo de problema moral o ético. Si a lo anterior le sumamos que mucha de la información que encontramos en la red podríamos clasificarla como “basura”; podemos decir que la tecnología así como nos ayuda, muchas veces puede convertirse en un obstáculo.
Lo anterior no solo podemos atribuírselo como culpa a nuestros estudiantes; ya que el sistema educativo ha debido prepararlos para aprovechar de manera eficaz las tecnologías informáticas y de comunicación. Con esto no quiero decir que el uso de internet para participar en las redes sociales o descargar música o video, entre otros; sean negativos en sí mismos, sino que el desconocimiento de los riesgos que pueden acarrear estas prácticas hace que los jóvenes se expongan de manera constante sin detenerse a pensar en las consecuencias.
Pero dentro de este panorama no todo puede ser negativo. Muchas veces vemos cómo nuestros alumnos nos aventajan en el uso de tecnologías. Los jóvenes de hoy aprenden con mucha facilidad su manejo; y eso es algo que nosotros como docentes podemos aprovechar para encaminar el uso de la tecnología para su desarrollo intelectual y personal.
Basándome en esta información, les propuse a mis estudiantes que utilizáramos el internet para el desarrollo de nuestras clases. En una de las escuelas donde trabajo cuento con la ventaja de que varios alumnos tienen laptop; entonces les propuse realizar una clase virtual. La dinámica fue la siguiente:
· Los formé en grupos de cuatro integrantes, y tomé la dirección de correo electrónico de uno de ellos a quien nombré jefe de grupo
· Los agregué como contactos a mi MSN, y de esta forma estar en contacto con ellos
· Les di un tema referente a la clase y les pedí que buscaran información por internet. Para esto les di un tiempo determinado.
· Posteriormente les fui haciendo preguntas a cada uno de los grupos, colocándoles un límite de tiempo para su respuesta
· Quienes contestaran acertadamente y dentro del tiempo estipulado iban ganando puntos que se sumaban a su promedio general
· Al final hicimos un proceso de retroalimentación, en donde los estudiantes analizaban la dinámica de la clase
Los comentarios de los estudiantes fueron positivos, ya que se dieron cuenta que utilizar el chat (MSN) para una actividad académica no estaba tan distante de la realidad como ellos lo pensaban. De igual forma evaluamos la calidad de la información, ya que muchos se conformaban con lo primero que encontraban y otros eran más minuciosos en la búsqueda; y fueron precisamente ellos los que ganaron más puntos. Fue una actividad de aprendizaje tanto para mi como para ellos; ya que muchas veces los maestros satanizamos a la tecnología, pero no tenemos en cuenta que puede ser una aliada para acercarnos más a nuestros alumnos.
Teniendo en cuenta el éxito que tuve con la actividad anterior, les propuse a mis estudiantes que utilizáramos con más frecuencia el internet con actividades como clases interactivas, promoción de las webquests, búsqueda de información en la red; pero estableciendo unas “reglas de juego”; en donde ellos se comprometen a utilizar la red solo para la actividad requerida; de lo contrario se les restringirá el uso de sus laptops en las horas de clase. De esta forma creo que se les puede enseñar a ser responsables y a aprender de manera divertida.
Considero que los docentes debemos buscar la manera de acercarnos más a nuestros estudiantes, y qué mejor forma si hablamos en el lenguaje que ellos utilizan. Nuestros alumnos se mueven entre la tecnología, se pasan gran parte de su tiempo en internet, escuchando música en sus Ipods, enviando mensajes desde sus celulares…no podemos pensar que la forma en la que aprenden los jóvenes hoy, es la misma en la que aprendimos nosotros. Es por esto que debemos esforzarnos en aprender a utilizar las tecnologías informáticas y de comunicación; y de esta manera involucrarlas de forma efectiva en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Mi aventura de ser docente

Mi carrera en la docencia comienza aproximadamente en el año de 2002, en esos momentos me encontraba estudiando la licenciatura de Ingeniería Mecánica en donde por esas fechas tuve la oportunidad de trabajar en una empresa que se dedica a la elaboración de envase, lo cual era muy bueno pues iba acorde con mi licenciatura, sin embargo no estuve laborando mucho tiempo ahí ya que conforme pasaron los meses cada vez era más complicado poder cumplir en el trabajo y en la escuela ya que en ocasiones me tocaba quedarme más del tiempo o inclusive tener que rolar otro turno; por lo que decidí solo dedicarme a mi licenciatura, puesto que ya no faltaba mucho tiempo para que egresara.

Una vez que concluí mi carrera en junio de 2003 por el mes de agosto una de mis hermanas (docente de escuelas particulares) estaba embarazada y a punto de dar a luz, por lo que me dijo que si yo podía cubrir alrededor de dos meses en los lugares donde ella laboraba (ya que tenia 7 grupos a su cargo desde nivel secundaria hasta bachillerato) a lo que le respondí que por mi parte no había ningún problema nada mas que platicara con sus directivos y que si aceptaban que la cubriera no había inconveniente. Los directivos le respondieron de manera afirmativa ya que mi perfil cubría las necesidades de las materias que en ese momento se requerían.

Llegó la fecha de inicio de clases y es de los momentos que nunca se me olvidarán. Fue una experiencia para mí incomparable, porque fue hasta ese instante que realmente me di cuenta de la magnitud de la responsabilidad al estar ahora al otro lado de la barrera; sentía que las piernas y la voz me temblaban, el hecho de controlar a los alumnos se me dificultaba; pero conforme pasaron los días fui superando cada una de ellas, ya sea que me pusiera a caminar entre mis alumnos, a hacer lecturas y también a medida que pasaba el tiempo nos íbamos adaptando tanto los alumnos a mi como yo a cada uno de ellos. Recuerdo que después de que terminó mi primer día de clases cuando regrese a mi casa mi hermana me pregunto cómo me había ido y le platiqué las experiencias que tuve ante lo cual ella me hizo burla, porque en alguna ocasión (cuando estaba desempleado) entre broma le había dicho “trabajo aunque sea de maestro”, pero en ese entonces no tenía conciencia de todo el reto que conllevaba esta profesión. Después de que terminaron los dos meses que cubrí a mi hermana, en una de las instituciones, la directora me dijo que si no quería cubrir un grupo de química ya que la maestra que tenía no estaba alcanzando el perfil que ellos deseaban con los alumnos, y que dado que en esos dos meses le había gustado mi manera de trabajar, me propuso que me quedara con ese grupo a lo que yo accedí felizmente.

Conforme ha pasado el tiempo cada vez me siento más satisfecho de ser docente, ya que aunque fueron las circunstancias las que me orillaron a ejercer la docencia; hoy puedo decir que es un trabajo que nos brinda muchas satisfacciones, porque el ser maestros no solo involucra un proceso de formación a nivel técnico con nuestros alumnos, sino que también nosotros aprendemos mucho de ellos. Creo que la docencia es un trabajo muy decoroso en el cual tenemos la responsabilidad de educar a nuestros alumnos, pero también a nosotros nos da muchas libertades, y desde mi punto de vista con lo que viví en la industria en donde los procedimientos ya están definidos y los trabajadores son más vistos como recursos que como seres humanos, puedo decir que no hay punto de comparación; ya que durante estos años como maestro he recibido muchas satisfacciones y estoy seguro que a medida que pase el tiempo serán muchas más.

Puedo decir que satisfacciones en mi quehacer son muchas, por mencionar algunas están la de tener un horario accesible de trabajo, tener el contacto diario con los alumnos y ser parte de sus vidas en forma positiva, el reconocimiento que me han expresado algunos de ellos por mi labor, el cumplir con los contenidos de mis programas pero no solo cubrirlos sino ver también que mi alumnos comprendan, entiendan y retengan lo que se les imparte en las aulas; seguir actualizándome y no rezagarme, porque no, también las vacaciones (jajaja), entre muchas cosas más; pero como todo en la vida no puede ser miel sobre hojuelas también he tenido insatisfacciones como ver que alguno de mis alumnos se porta indiferente a la materia que imparto, el no llegar a cumplir algún objetivo que me tracé, porque se que es parte importante en la formación de los alumnos, en ocasiones a lo mejor no tener la capacidad o habilidad de poder orientar a alguno de los alumnos para que estudie ya que tienen mucha capacidad pero les gana la apatía y el desinterés hacia la escuela, también la flojera e irresponsabilidad que son muy comunes hoy en día en los jóvenes son de los factores que me producen insatisfacción.

Como docentes se nos presentan grandes retos por lo cual es importante que nos actualicemos constantemente, y hacer énfasis en que la preparación no sólo es a nivel técnico sino también a nivel personal; ya que debemos ser líderes que orienten a los jóvenes a alcanzar sus logros, a aspirar a una formación superior, para que puedan ellos mejorar no solo sus condiciones de vida, sino también ser sujetos activos del cambio que nuestra sociedad necesita. Por esto considero que como docentes de educación media superior tenemos un gran compromiso, ya que un país competitivo se mide por la eficacia de su sistema educativo, entre otras cosas; y nosotros somos actores importantes para que se de este cambio y México salga de la lista negra de países con bajos índices de aprovechamiento en la educación.

A grandes rasgos esta es la forma como llegué a ser docente.

Mi Confrontación con la Docencia


Después de realizar la lectura de “la aventura de ser maestro” escrita por José M Esteve, he reflexionado sobre la aportación que hice en el foro “mi confrontación con la docencia”. Es bien cierto lo que menciona el autor, que aprendemos a ser maestros a base de ensayo y error y conforme pasa el tiempo uno se gana el derecho de ser profeso ya que al iniciar nuestra etapa docente nos preocupamos demasiado por ser el “profesor ideal” que inconscientemente realizamos nuestras actividades en forma mecánica y sin que haya un disfrute por la labro realizada. A medida que transcurren los meses uno va observando el comportamiento de los alumnos y se aprenden a valorar las cosas que se deben y las que no se pueden ir haciendo en clase y poco a poco eso va creando una atmósfera agradable tanto para el docente como para los alumnos. No hay nada más contraproducente en el proceso de enseñanza aprendizaje que el caer en una actividad rutinaria ya que aunque sean los mismos contenidos año con año, éstos se deben reformar de manera personal para enriquecer nuestra didáctica.

Es bien cierto lo que se menciona en la cita de Fernando Corbalán en la lectura, haciendo referencia a que la mayoría de los profesores de educación secundaria (me incluyo) no tenemos una preparación pedagógica que nos complemente como docentes, ya que en lo particular he tenido que realizar ajustes que me permitan lograr mi práctica y así poder hacer amena mi clase, logrando con esto que mis alumnos entiendan y comprendan la idea que les planteo ya que por mi formación de ingeniero mecánico me era difícil expresar de manera asequible los contenidos a mis alumnos.

El realizar la lectura me ha permitido comparar lo que el autor experimentó a lo largo de su carrera con lo que hasta hoy en día he vivido como docente y veo que existen muchas similitudes, a lo mejor no me había detenido a analizarlas, sin embargo pasé muchas situaciones que él mencionó: no solamente se necesita tener un dominio de los contenidos, sino que también se tiene que realizar una planeación adecuada, el saber dirigirse a los alumnos, saber preguntar y saber escuchar, lograr el control y la disciplina; todos estos, aspectos que no adquirimos a lo largo de nuestra licenciatura y que son de vital importancia para el desarrollo exitoso de nuestra práctica

Por último, creo que el ser docente (dentro de las diferentes profesiones existentes), es una de las prácticas que demanda una gran responsabilidad, pero haciendo una sinergia entre padres, maestros y alumnos; se puede formar un mejor estudiante y por ende una mejor sociedad.