
Hoy en día el uso de las tecnologías informáticas se ha extendido a la mayoría de la población; y los jóvenes se encuentran dentro de los principales usuarios de éstas. Los avances tecnológicos tales como el internet, han venido a revolucionar la forma en que nos comunicamos y realizamos nuestras actividades diarias. Lo que en un principio era considerado un privilegio para pocos, hoy es una herramienta con la que contamos casi todos y a la que la mayoría de nuestros estudiantes acceden de forma continua.
Desafortunadamente, con el avance de la tecnología, se han incrementado las malas prácticas con relación a ésta. Podemos ver como nuestros estudiantes utilizan el internet para descargar pornografía, acceder a páginas potencialmente dañinas para su desarrollo; o con el único objetivo de “conocer” amigos no solo de otros lugares del país sino alrededor del mundo. Lo anterior ha traído otros problemas como los relacionados con la trata de personas o el abuso de menores; a los cuales nuestros jóvenes se ven expuestos por no saber darle buen uso a esta herramienta.
Otro desafortunado uso del internet es el que se relaciona con la búsqueda de información. ¿Quiénes de nosotros no hemos tenido la experiencia de descubrir un plagio en los trabajos de investigación que dejamos a nuestros estudiantes? Esto se ha vuelto un problema en las aulas de clase; ya que los alumnos recurren al internet para buscar sus tareas; pero sin realizar un ejercicio de análisis y crítica frente a la información que obtienen; muchos se conforman solo con “copiar y pegar”; lo que se está conociendo como “la generación del copy paste”; yendo esto en detrimento de la formación del estudiante no solo en cuanto a nivel académico sino también en lo que se refiere a su sistema de valores. Plagiar información para ellos es la forma más rápida de hacer sus tareas; sin que esto les genere ningún tipo de problema moral o ético. Si a lo anterior le sumamos que mucha de la información que encontramos en la red podríamos clasificarla como “basura”; podemos decir que la tecnología así como nos ayuda, muchas veces puede convertirse en un obstáculo.
Lo anterior no solo podemos atribuírselo como culpa a nuestros estudiantes; ya que el sistema educativo ha debido prepararlos para aprovechar de manera eficaz las tecnologías informáticas y de comunicación. Con esto no quiero decir que el uso de internet para participar en las redes sociales o descargar música o video, entre otros; sean negativos en sí mismos, sino que el desconocimiento de los riesgos que pueden acarrear estas prácticas hace que los jóvenes se expongan de manera constante sin detenerse a pensar en las consecuencias.
Pero dentro de este panorama no todo puede ser negativo. Muchas veces vemos cómo nuestros alumnos nos aventajan en el uso de tecnologías. Los jóvenes de hoy aprenden con mucha facilidad su manejo; y eso es algo que nosotros como docentes podemos aprovechar para encaminar el uso de la tecnología para su desarrollo intelectual y personal.
Basándome en esta información, les propuse a mis estudiantes que utilizáramos el internet para el desarrollo de nuestras clases. En una de las escuelas donde trabajo cuento con la ventaja de que varios alumnos tienen laptop; entonces les propuse realizar una clase virtual. La dinámica fue la siguiente:
· Los formé en grupos de cuatro integrantes, y tomé la dirección de correo electrónico de uno de ellos a quien nombré jefe de grupo
· Los agregué como contactos a mi MSN, y de esta forma estar en contacto con ellos
· Les di un tema referente a la clase y les pedí que buscaran información por internet. Para esto les di un tiempo determinado.
· Posteriormente les fui haciendo preguntas a cada uno de los grupos, colocándoles un límite de tiempo para su respuesta
· Quienes contestaran acertadamente y dentro del tiempo estipulado iban ganando puntos que se sumaban a su promedio general
· Al final hicimos un proceso de retroalimentación, en donde los estudiantes analizaban la dinámica de la clase
Los comentarios de los estudiantes fueron positivos, ya que se dieron cuenta que utilizar el chat (MSN) para una actividad académica no estaba tan distante de la realidad como ellos lo pensaban. De igual forma evaluamos la calidad de la información, ya que muchos se conformaban con lo primero que encontraban y otros eran más minuciosos en la búsqueda; y fueron precisamente ellos los que ganaron más puntos. Fue una actividad de aprendizaje tanto para mi como para ellos; ya que muchas veces los maestros satanizamos a la tecnología, pero no tenemos en cuenta que puede ser una aliada para acercarnos más a nuestros alumnos.
Teniendo en cuenta el éxito que tuve con la actividad anterior, les propuse a mis estudiantes que utilizáramos con más frecuencia el internet con actividades como clases interactivas, promoción de las webquests, búsqueda de información en la red; pero estableciendo unas “reglas de juego”; en donde ellos se comprometen a utilizar la red solo para la actividad requerida; de lo contrario se les restringirá el uso de sus laptops en las horas de clase. De esta forma creo que se les puede enseñar a ser responsables y a aprender de manera divertida.
Considero que los docentes debemos buscar la manera de acercarnos más a nuestros estudiantes, y qué mejor forma si hablamos en el lenguaje que ellos utilizan. Nuestros alumnos se mueven entre la tecnología, se pasan gran parte de su tiempo en internet, escuchando música en sus Ipods, enviando mensajes desde sus celulares…no podemos pensar que la forma en la que aprenden los jóvenes hoy, es la misma en la que aprendimos nosotros. Es por esto que debemos esforzarnos en aprender a utilizar las tecnologías informáticas y de comunicación; y de esta manera involucrarlas de forma efectiva en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Desafortunadamente, con el avance de la tecnología, se han incrementado las malas prácticas con relación a ésta. Podemos ver como nuestros estudiantes utilizan el internet para descargar pornografía, acceder a páginas potencialmente dañinas para su desarrollo; o con el único objetivo de “conocer” amigos no solo de otros lugares del país sino alrededor del mundo. Lo anterior ha traído otros problemas como los relacionados con la trata de personas o el abuso de menores; a los cuales nuestros jóvenes se ven expuestos por no saber darle buen uso a esta herramienta.
Otro desafortunado uso del internet es el que se relaciona con la búsqueda de información. ¿Quiénes de nosotros no hemos tenido la experiencia de descubrir un plagio en los trabajos de investigación que dejamos a nuestros estudiantes? Esto se ha vuelto un problema en las aulas de clase; ya que los alumnos recurren al internet para buscar sus tareas; pero sin realizar un ejercicio de análisis y crítica frente a la información que obtienen; muchos se conforman solo con “copiar y pegar”; lo que se está conociendo como “la generación del copy paste”; yendo esto en detrimento de la formación del estudiante no solo en cuanto a nivel académico sino también en lo que se refiere a su sistema de valores. Plagiar información para ellos es la forma más rápida de hacer sus tareas; sin que esto les genere ningún tipo de problema moral o ético. Si a lo anterior le sumamos que mucha de la información que encontramos en la red podríamos clasificarla como “basura”; podemos decir que la tecnología así como nos ayuda, muchas veces puede convertirse en un obstáculo.
Lo anterior no solo podemos atribuírselo como culpa a nuestros estudiantes; ya que el sistema educativo ha debido prepararlos para aprovechar de manera eficaz las tecnologías informáticas y de comunicación. Con esto no quiero decir que el uso de internet para participar en las redes sociales o descargar música o video, entre otros; sean negativos en sí mismos, sino que el desconocimiento de los riesgos que pueden acarrear estas prácticas hace que los jóvenes se expongan de manera constante sin detenerse a pensar en las consecuencias.
Pero dentro de este panorama no todo puede ser negativo. Muchas veces vemos cómo nuestros alumnos nos aventajan en el uso de tecnologías. Los jóvenes de hoy aprenden con mucha facilidad su manejo; y eso es algo que nosotros como docentes podemos aprovechar para encaminar el uso de la tecnología para su desarrollo intelectual y personal.
Basándome en esta información, les propuse a mis estudiantes que utilizáramos el internet para el desarrollo de nuestras clases. En una de las escuelas donde trabajo cuento con la ventaja de que varios alumnos tienen laptop; entonces les propuse realizar una clase virtual. La dinámica fue la siguiente:
· Los formé en grupos de cuatro integrantes, y tomé la dirección de correo electrónico de uno de ellos a quien nombré jefe de grupo
· Los agregué como contactos a mi MSN, y de esta forma estar en contacto con ellos
· Les di un tema referente a la clase y les pedí que buscaran información por internet. Para esto les di un tiempo determinado.
· Posteriormente les fui haciendo preguntas a cada uno de los grupos, colocándoles un límite de tiempo para su respuesta
· Quienes contestaran acertadamente y dentro del tiempo estipulado iban ganando puntos que se sumaban a su promedio general
· Al final hicimos un proceso de retroalimentación, en donde los estudiantes analizaban la dinámica de la clase
Los comentarios de los estudiantes fueron positivos, ya que se dieron cuenta que utilizar el chat (MSN) para una actividad académica no estaba tan distante de la realidad como ellos lo pensaban. De igual forma evaluamos la calidad de la información, ya que muchos se conformaban con lo primero que encontraban y otros eran más minuciosos en la búsqueda; y fueron precisamente ellos los que ganaron más puntos. Fue una actividad de aprendizaje tanto para mi como para ellos; ya que muchas veces los maestros satanizamos a la tecnología, pero no tenemos en cuenta que puede ser una aliada para acercarnos más a nuestros alumnos.
Teniendo en cuenta el éxito que tuve con la actividad anterior, les propuse a mis estudiantes que utilizáramos con más frecuencia el internet con actividades como clases interactivas, promoción de las webquests, búsqueda de información en la red; pero estableciendo unas “reglas de juego”; en donde ellos se comprometen a utilizar la red solo para la actividad requerida; de lo contrario se les restringirá el uso de sus laptops en las horas de clase. De esta forma creo que se les puede enseñar a ser responsables y a aprender de manera divertida.
Considero que los docentes debemos buscar la manera de acercarnos más a nuestros estudiantes, y qué mejor forma si hablamos en el lenguaje que ellos utilizan. Nuestros alumnos se mueven entre la tecnología, se pasan gran parte de su tiempo en internet, escuchando música en sus Ipods, enviando mensajes desde sus celulares…no podemos pensar que la forma en la que aprenden los jóvenes hoy, es la misma en la que aprendimos nosotros. Es por esto que debemos esforzarnos en aprender a utilizar las tecnologías informáticas y de comunicación; y de esta manera involucrarlas de forma efectiva en el proceso de enseñanza aprendizaje.